Los daños a un tercer cable de internet en Europa reavivan las sospechas de sabotaje
Un cable terrestre que presta servicio de internet a Finlandia y Suecia resultó dañado en dos puntos distintos, comprometiendo la conexión de más de 6,000 usuarios particulares y 100 empresas del norte de Europa. La empresa de telecomunicaciones Global Connect detectó el incidente que afectó a una de las principales líneas de fibra óptica que cruzan la frontera entre los dos países escandinavos, en la zona rural situada entre las locaciones finlandesas de Espoo y Vihti, cerca de la capital, Helsinki.
El portavoz de la empresa Niklas Ekström, declaró en una entrevista telefónica con Associated Press (AP) que estos daños ocurren aproximadamente cada dos meses, pero «es inusual que dos cables se dañaran el mismo día en la misma región». La causa aún no es clara, ni hay sospechas concretas de sabotaje, aunque los daños se suscitan en un contexto de creciente vulnerabilidad de las infraestructuras de comunicación en el mar Báltico. A mediados de noviembre dos importantes cables submarinos sufrieron daños significativos: el C-Lion1, que es la única conexión directa entre Finlandia y Alemania, y un segundo cable que proporciona comunicaciones entre Suecia y Lituania. Estas conexiones forman parte de una compleja red de infraestructuras submarinas que también incluye gasoductos y cables eléctricos.
Un análisis realizado por CNN demostró que los puntos de rotura de los cables submarinos estaban a unos 100 kilómetros de distancia, una proximidad que llevó a la Oficina Nacional de Investigación finlandesa (NBI, por sus siglas en inglés) a abrir una carpeta de investigación por daños agravados. El principal sospechoso fue el buque chino Yi Peng 3 al mando del capitán ruso Alexander Stechentsev, localizado en las proximidades de ambos puntos de rotura en los momento críticos.
Los detalles del accidente
El descubrimiento de la avería se realizó gracias a los sofisticados sistemas de monitoreo que controlan constantemente el flujo de datos a través de las redes de telecomunicación. Los técnicos identificaron rápidamente dos interrupciones físicas a lo largo de la ruta del cable, en dos puntos distintos del territorio finlandés. El cable de fibra óptica dañado, que transporta enormes cantidades de datos digitales entre ambos países, atraviesa una zona rural entre Espoo, un importante centro tecnológico a las afueras de Helsinki, y la ciudad de Vihti. El impacto fue inmediato en la capacidad de conexión de Finalidad; el cable gestiona un tercio del tráfico de internet del país, un volumen crucial para la economía digital de la región.
La respuesta técnica fue rápida, aunque compleja. «Normalmente, la causa de los daños es una excavadora que perfora el suelo y golpea accidentalmente el cable», explicó Ekström a la cadena finlandesa Yleisradio Oy. No obstante, indicó que la presencia de dos puntos de rotura simultáneos hacía menos probable este escenario. Los equipos de reparación y asistencia se enfrentaron a un doble reto: reparar el primer punto de rotura, mientras otros técnicos seguían trabajando en la segunda avería. Las autoridades finlandesas manejaron la situación con extrema cautela. Aunque las primeras noticias emitidas por los medios de comunicación suecos hablaban de una investigación penal en curso, la policía de Finlandia desmintió que se haya abierto un expediente al respecto.
Repercusiones internacionales
La secuencia de daños en cables de internet en el mar Báltico reavivó la atención sobre la seguridad de las infraestructuras críticas europeas. CNN informó que en abril de 2023, una investigación de las cadenas públicas de Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia había documentado la presencia de busques sospechosos en aguas nórdicas. Por su parte, dos funcionarios del Pentágono difundieron al medio estadounidense de la detección de actividad militar rusa en torno a cables submarinos estratégicos; no obstante, los mismos expertos descartaron por el momento vínculos directos con los incidentes actuales.
El contexto regional es especialmente delicado. Finlandia y Suecia entraron en la OTAN tras la invasión rusa de Ucrania, lo que cambió el equilibrio estratégico en el mar Báltico. Las infraestructuras digitales, desde los cables submarinos a las conexiones terrestres, se han convertido en un elemento crucial en la evaluación de los riesgos para la seguridad nacional, como demuestra la iniciativa de Estocolmo y Helsinki de distribuir manuales de gestión de crisis entre los ciudadanos.
Igualmente, la confirmación de los daños en el cable de internet finlandés desencadenó una serie de reacciones de carácter institucional. El Ministerio de Transportes de Helsinki (HSL, por sus siglas en inglés) coordina la investigación junto con Global Connect. «Las autoridades están investigando el asunto junto con la empresa», tuiteó la ministra Lulu Ranne en X. AFP preguntó al ministró sueco de Defensa Civil, Carl Oskar Bohlin sobre la posibilidad de una acción deliberada, a lo que él contestó: «En este momento, no podemos descartar ninguna hipótesis».
Artículo originalmente publicado en WIRED Italia. Adaptado por Alondra Flores.