Bumble, Grindr y otras apps tuvieron una brecha de seguridad que revelaba la ubicación de sus usuarios
Las aplicaciones de citas demuestran una vez más que pueden suponer una amenaza para la seguridad de los usuarios. Así lo revela un estudio que acaba de publicar la universidad belga KU Leuven, que revela vulnerabilidades en el diseño de algunas de ellas. Estos puntos débiles permitían presuntamente a acosadores y agresores identificar con mayor facilidad la ubicación de sus víctimas, hasta una distancia máxima de dos metros.
Para llevar a cabo este trabajo, los investigadores analizaron detenidamente 15 de las apps de citas más conocidas del mundo, como Badoo, Bumble, Grindr, Happn, Hinge, Hily y Tinder. En todos estos casos, el análisis reveló una falla que habría permitido a cualquier usuario conocer la ubicación exacta de otra persona.
Un filtro hacia la localización del usuario
En detalle, parece que las apps presentaban una falla en la función de filtro, que los usuarios emplean para personalizar su búsqueda de pareja en función de la edad, la altura, el tipo de relación que buscan y, sobre todo, la distancia.
Aprovechando este punto de entrada, los investigadores demostraron que las aplicaciones permitían localizar a otro usuario mediante la técnica de “trilateración de oráculos”. Una técnica que consiste en moverse en distintas direcciones respecto a un punto, que “estima aproximadamente la posición de la víctima”, hasta que esta deja de ser visible a cierta distancia. De este modo, es posible identificar a la persona dentro de un área delimitada.
“Fue algo sorprendente que los problemas conocidos siguieran presentes en estas aplicaciones populares”, declaró uno de los investigadores a TechCrunch, “aunque esta técnica no revela las coordenadas GPS exactas de la víctima, yo afirmaría que dos metros son suficientes para descubrir al usuario”.
Sin embargo, afortunadamente, después de que los investigadores se pusieran en contacto con las apps de citas en las que habían encontrado la vulnerabilidad, estas actuaron de inmediato para solucionar el problema, de modo que la trilateración quedó sin efecto.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Andrei Osornio.