Una estafa laboral de ‘OpenAI’ fue dirigida a trabajadores de todo el mundo a través de Telegram

Jay Mayfield, especialista en asuntos públicos de la FTC, declinó la petición de WIRED de confirmar si el grupo está investigando OpenAi-etc, diciendo que las investigaciones no son públicas. Mayfield no respondió a preguntas adicionales sobre qué medidas está tomando la FTC para prevenir estafas similares o proporcionar una mejor asistencia a las víctimas internacionales.

«Lamentablemente, no he encontrado ninguna fuente disponible en internet para saber más sobre esta organización, salvo esos registros», escribió el denunciante. «Están recaudando enormes cantidades de inversión de países del tercer mundo en Asia».

Desapareció

Una de las quejas de la FTC alega que más de 6,000 personas de Bangladesh se vieron potencialmente afectadas por la estafa de los empleos de OpenAi-etc. Las edades enumeradas en las quejas de la FTC van desde adolescentes hasta personas de más de cincuenta años, con ubicaciones repartidas por múltiples ciudades de Bangladesh, desde Dhaka hasta Khulna.

«Mi próxima fecha de operación era el 29 de agosto de 2024», escribió otro denunciante. «Realicé la operación con todo mi importe por la tarde. Pero, de repente, la empresa OpenAI desapareció. No retiré ningún dinero, pero perdí tanto el capital como los beneficios. Ahora, me encuentro en una gran crisis económica, ya que soy profesor de escuela normal».

Niko Felix, portavoz de OpenAI, declinó responder a preguntas sobre si la startup estaba previamente al tanto de la estafa «OpenAi-etc», o si planeaban tomar medidas contra los estafadores. Sin embargo, sí ha declarado que OpenAI está investigando el asunto. El sitio web de la supuesta estafa ya no está disponible en línea, y WIRED no pudo ponerse en contacto con las personas detrás de «OpenAi-etc» antes de la publicación.

Un portavoz de Telegram que utiliza el nombre de Remi Vaughn declara a WIRED que la compañía supervisa su plataforma en busca de estafas, como las supuestamente llevadas a cabo por OpenAi-etc, que utilizó la aplicación de mensajería para comunicarse con personas que creían estar trabajando para la empresa.

«Telegram modera activamente el contenido dañino en su plataforma, incluidas las estafas», afirma Vaughn en un comunicado enviado a WIRED a través de la plataforma de mensajería. «Los moderadores facultados con herramientas personalizadas de IA y aprendizaje automático supervisan proactivamente las partes públicas de la plataforma y aceptan informes de usuarios y organizaciones con el fin de eliminar millones de piezas de contenido dañino cada día.»

El patrón habitual de una estafa de criptoempleo es engañar a las personas para que depositen algún tipo de moneda digital en una cuenta falsa sobre la que la víctima cree tener control, hasta que el perpetrador la vacía un día sin previo aviso. Aunque esta estafa específica utilizó la marca OpenAI para engañar a sus víctimas, una estafa de criptoempleo puede ocurrir con el nombre de cualquier empresa que tenga suficiente reconocimiento generalizado como para que los delincuentes puedan aprovecharlo.

«Estas estafas de ingeniería social están diseñadas para reducir nuestra sospecha natural y hacernos cómplices de nuestro propio engaño», comenta Arun Vishwanath, experto en ciberseguridad y autor de The Weakest Link. «En el caso de las estafas laborales, intentan convertir nuestras ambiciones y nuestra confianza inherente en las marcas en una vulnerabilidad». De forma similar a las estafas de inversión denominadas pig butchering, un componente clave suele incluir mensajes directos durante un largo período de tiempo para cultivar un sentimiento de confianza con los objetivos.

Aunque en todo el mundo se producen estafas laborales comparables, Vishwanath cree que las normas culturales asiáticas de la llamada alta distancia de poder, donde hay una mayor aceptación de las jerarquías interpersonales, son un factor que contribuye a ello: «Se espera que las autoridades te pidan cosas y te obliguen a hacer cosas», explica, «y tú simplemente acatas». Los estafadores se aprovechan de ello imitando a las figuras de autoridad y apoyándose en el sentido de urgencia inherente a la búsqueda de empleo.

En los últimos años, los estafadores se han cebado cada vez más con los ciudadanos de Bangladesh en su difícil búsqueda de un trabajo fiable. Las mentiras sobre oportunidades de trabajo en el extranjero han dejado varados en Malasia a multitud de aspirantes a trabajadores, y al menos tres casos de robo de órganos renales fueron denunciados por personas atraídas a la India con falsas promesas de trabajo.

Artículo originalmente publicado en WIRED. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.

Jose Alexis Correa Valencia

Consultor de sistemas informáticos avanzados con más de 25 años de experiencia en el sector privado. Su carrera se ha enfocado en el análisis y diseño de sistemas, la instalación y configuración de hardware y software, así como en la administración de redes para diversas empresas. Además, ha tenido el privilegio de ser capacitador en temáticas avanzadas, especializándose en el manejo de datos en línea, la seguridad de transacciones y los multimedios.

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