Cómo la computación cuántica podría revolucionar las aerolíneas
Laboratorio de innovación de Vueling
«Vueling desde el principio (hace veinte años) ha invertido mucho en innovación de software«, destaca Álvarez. El objetivo no es solamente construir el software que se necesita (e integrar soluciones de proveedores externos para áreas no estratégicas), sino también tratar de entender qué discontinuidades tecnológicas podrían aprovecharse. Y la empresa lo hace con un pequeño grupo dedicado a la experimentación y la investigación.
«Nuestro Laboratorio de Innovación», explica Álvarez, «cuenta con un pequeño equipo de 10 personas. Cada año elegimos tres o cuatro tecnologías que podrían tener un impacto en nosotros a medio plazo, y trabajamos en ellas. Ahora trabajamos en cuatro frentes: realidad virtual, computación cuántica, inteligencia artificial y robótica».
La elección más sorprendente de una compañía aérea, aparentemente, es invertir en computación cuántica. Pero tiene su lógica, como explica Álvarez. «Llevamos un par de años trabajando en ella porque creemos que nos permite procesar grandes cantidades de datos y resolver escenarios que las computadoras ‘clásicas’ no son capaces de abordar. Por ejemplo, predecir el comportamiento de los clientes dentro de 18 meses, un plazo estratégico para una compañía aérea porque coincide con el calendario de las políticas industriales (entrega de pedidos de nuevos aviones, apertura de nuevas bases).
El algoritmo
Pero también hay otra cuestión crucial para la vida de una compañía aérea: la optimización de los movimientos de los aviones. Dónde hacer que vaya cada avión y cada tripulación, vuelo tras vuelo, para que los turnos de descanso, el mantenimiento o simples ineficiencias no les hagan gastar más o crear retrasos. Para realizar este tipo de análisis se utilizan varios algoritmos, el más importante de los cuales es el algoritmo del «viajante de comercio».
De hecho, se utiliza para optimizar la planificación de rutas en vuelos con múltiples escalas. Sin embargo, su complejidad computacional crece exponencialmente a medida que aumenta el número de rutas y aviones. Y Vueling vuela con 130 aviones en 300 rutas a 150 destinos diferentes, con todas las variables implicadas (turnos de tripulación, planificación del mantenimiento de los aviones). Las computadoras cuánticas pueden resolver este problema mucho más rápido que las clásicas.
Realidad virtual y robots
«Otro frente», según Álvarez, «es la realidad virtual. Nos permitirá utilizar simuladores para realizar la formación de mantenimiento exigida por la normativa directamente en las dieciséis bases donde están las tripulaciones, sin tener que enviarlas a nuestra sede central en Barcelona. Pero también estamos pensando en el mantenimiento y en partes de la formación».
Los robots inteligentes, por su parte, están pensados para escenarios a medio y largo plazo. Por un lado, para la manipulación de equipajes o actividades en hangares de aviones; por otro, como herramientas para la relación con los pasajeros en los aeropuertos. Utilizando el lenguaje natural pueden ayudar en la entrega de equipajes o en el embarque y desembarque de vuelos.
La IA al servicio del vuelo
Y por supuesto está la siempre presente inteligencia artificial, en la que Vueling lleva años invirtiendo. Obviamente, no para dejarla pilotar los aviones. La IA entra en juego en muchas áreas diferentes: tenemos veinte algoritmos en producción para optimizar una serie de actividades y predecir, por ejemplo, el impacto de la meteorología en nuestras operaciones», comenta Álvarez. Se trata de herramientas ya maduras que también utilizan otras empresas del sector». Por otro lado, la innovación de GenAI, ChatGPT, representa una oportunidad que, según Álvarez, repercutirá en los servicios de atención al cliente:’Podremos gestionar la asistencia en diferentes idiomas, simplificando el trabajo de nuestros operadores tanto en el contact center como durante la gestión posventa’.
El asistente inteligente
Pero también hay otro aspecto en el que Vueling está investigando: entrenar un sistema GenAI con todos los manuales necesarios para las operaciones de vuelo y mantenimiento, más de cuatro mil páginas de texto, para dar soporte en la búsqueda de información en tiempo real.
«La inteligencia artificial no sustituye a los manuales, por supuesto», aclara Álvarez, «pero partiendo de una pregunta en lenguaje natural la entiende y encuentra más rápidamente la página o capítulo relevante. En la gestión de vuelos, es necesario disponer rápidamente de la información técnica necesaria para evitar un retraso, por ejemplo. La IA podría marcar la diferencia». Por supuesto, esta función de búsqueda inteligente no solo debe ser probada y fiable, sino también garantizar la confidencialidad, alimentarse con datos de calidad e integrarse en un proceso controlado.
El software redefine las aerolíneas
El día a día de Álvarez es el de un ejecutivo que gestiona más de cuarenta equipos de producto, más de 150 técnicos, desde los jovencísimos talentos que quieren vivir en Barcelona tras licenciarse hasta los programadores más experimentados que aprovechan la posibilidad del teletrabajo para vivir en otras partes de España o incluso en otros países europeos. Sin embargo, setenta años después de Sabre, el software sigue revolucionando los vuelos. Con la computación cuántica, la realidad virtual y la IA, Vueling es una de las aerolíneas que quieren lograr una eficiencia económica y una experiencia del pasajero antes imposibles, redefiniendo el concepto mismo de aerolínea. El software se está comiendo realmente el mundo.
Artículo publicado originalmente en WIRED Italia. Adaptado por Mauricio Serfatty Godoy.